
Se sabe que los primeros utensilios para dibujar en los vagones de metro eran en principio pinceles y pintura hasta el descubrimiento del spray (aerosol). Por ejemplo rotuladores y aerosoles (puesto que son los más importantes) y luego otros métodos.
En un principio valía cualquier cosa , en el Nueva York antiguo, Pray utilizaba una llave con la que rasgaba su nombre en los metales pintados (más tarde se descubriría que Pray era una venerable anciana que se dedicaba a poner su nombre al más puro estilo writer).
Los primeros marcadores eran de un tamaño pequeño, el tradicional Edding 2000 de unos pocos milímetros de grosor y punta redonda. Hasta que se instaló con éxito el Pilot de punta cuadrada de 1x1 cm es muy utilizado por los escritores, algunos querían ir más allá e incluso se fabricaban sus propios rotuladores utilizando envases de pegamento con sistema de muelle (camaleones o chanchitos), botes de pegamento de barra vaciados y con una punta casera acoplada. Generalmente se usaba la esponja de los borradores de las pizarras del colegio.
Los plumones posca (temperados) generalmente se les llama debido a que la marca más extendida se llama así. Llevan un sistema de muelle y bola mezcladora debido a que los materiales que contiene son más espesos que la tinta y hay que asegurar la fluidez.
No sólo varió la tinta a temperasino también el grosor de los rotuladores. Desde el camaleón de 1,5x1 cm , pasando por el 20mm de 2x1cm y llegando hasta un linterna de 3x1cm, pero la escala sigue subiendo y nos encontramos con el Ultra Wide o espátula, que aumenta el ancho a 4cm. Haze, un viejo escritor noyorkino, se especializó en su uso. El último invento del mercado ha desencadenado en el Biggie, llevando la punta a un grosor de 5x1cm, el doble que un linterna. Hacia el 98 nos llega desde Italia la temeraria tinta Inferno originaria (tinta shoe) para tintar zapatos y pieles (más negra pero más fácil de eliminar) que hasta el momento se había estado usando en España.
Hacia el 92 surge en Barcelona un cambio importante cuando dos escritores (Moockie y Kapi) abren Game Over, la primera tienda en nuestro país especializada en graffiti. Se dedicaron a la venta de Felton Spray y posteriormente empezamos a oír la marca Montana, que es la líder actual.
Hoy en día los botes más destacados y utilizados a nivel mundial son los de la marca española Montana. La razón es que está concienciada de que los consumidores más habituales de spray son los escritores de graffiti y ésto le ha llevado a hacer mejoras tanto en la calidad de la pintura, como en el diseño de los botes, accesorios, productos... Siempre encaminándolos en este campo. Podrían destacarse otras marcas a nivel europeo como Felton, CRC, Sparvar, Belton, Molotov... Por último mencionar otros elementos alternativos a estos dos como los rayadores (piedras o bujías) para cristales, destornilladores para chapas, rodillo y brochas con pintura plástica, ácidos que corroen el cristal de manera permanente o incluso tizas, velas... Llegando hasta la más tolerante de las nuevas tendencias: Las pegatinas, carteles y demás intervenciones urbanas que veremos con detalle más adelante